domingo, 5 de junio de 2011
Siento un cielo pálido
Con los ojos vendados le contaba al alba lo que no quería seguir pensando. Realizaba unos movimientos sutiles con sus manos dando la forma de aquellas palabras que se quedaban rebotando como pelotas saltarinas dentro de un cubo. Exclamo: "¡Te daría mi alma solo para que te dieras cuenta de esto, de lo otro y lo que esta en el fondo! Me daré vuelta la piel... ¡Si, me daré vuelta la piel!". El silencio proyectado en los rayos del sol derritiendo la nieve de la cordillera, el silencio proyectado en el ruido, el silencio atado en una lengua, el silencio presente en las afueras del cuerpo, el silencio que no cesa dentro de la oscuridad entre nos.
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