lunes, 30 de mayo de 2011

Sin fecha pero del mes pasado.

Hace mucho, o sea, hace tiempo que no me frenaba ni me ponía a mirar con atención lo que se encuentra a mi alrededor. Hace mucho que mi respiración no tenia ese ritmo de oleaje tranquilo. Ando sensible y se me escapa hasta por los poros. Estoy detenida; y ahora que lo pienso me da la impresión que no he sido yo, de hecho no he sido nadie, al parecer he sabido omitir mi existencia. Quizás he cambiado. Cambiar es agotador. Claro que cambiar a esta forma que es totalmente intensa: Pensar poco y actuar mucho. Dicen que es mejor así, aun no lo se, y dudo que sea de esa forma. Se perfectamente que no podre, que algún día saldré gritando de donde estoy inmersa. En todo caso, para eso faltaba mucho, pues de a poco aprendo a lidiar conmigo, y se también que podre con el resto, y lo mejor de todo es que me queda toda una vida, y mas momentos para algo parecido a lo de hoy, para una frenada, un paréntesis dentro de este texto, un "pare" en el camino, y de esta manera, no apretar el botón de pánico antes de, y reencontrarme y examinar lo demás...

Una mariposa cruza la fachada de un edificio.
Blanca mariposa, blanco aleteo,
las hojas con colores degradantes de café,
una niña con una expresión de alegría en bici,
la sigue una de aspecto analítico que pasa bebiendo limón soda.
Las micros, los autos y su alboroto escondido
detrás de mis audífonos.
Ahí las palomas volando,
y no me agradan pero ha sido tan bello verlas jugar
entre el poco viento que corre
producto de mil factores.
Mis pies
descansados,
mi mente
mas relajada.
No quiero escribir de mis sueños.